domingo, 12 de mayo de 2019

Las mujeres y sus inseguridades (2ª parte)


Hace unos meses redacté unas líneas sobre el tema de las inseguridades que padecemos las mujeres y cómo se puede aprender a erradicarlas desde mi experiencia pero saben que es un proceso y todo proceso es lento, difícil, puede uno recaer por mínimas tentaciones, mal llamados complejos. También soy partidaria de que para ser feliz la mejor iniciativa es decidir serlo, sin importar las circunstancias ni los problemas ni el país donde estés; sin embargo siento que fui un poco egoísta porque antes no tenía ese amor del cual hoy gozo y doy a conocer (en él me enfoco en el otro artículo). Es entonces cuando me doy cuenta de que algo tuvo que haber cambiado en mí para que todo se fusionara, para que el universo conspirara y los planetas se alinearan, porque antes del amor las inseguridades estaban y el miedo también, la frustración de no sentirme querida como realmente lo deseaba y un poco ya agobiada de seguir dándome ánimo en las noches mientras soñaba despierta la vida que merecía.

Es aquí donde entra la frase “aceptas lo que crees merecer” y te atreves a exigir lo que realmente vales, en otras palabras, defines qué es lo que quieres sin conformarte con menos. Se siente miedo porque no lo crees posible, sí, pero atrévete incluso cierras los ojos, te encomiendas a Dios y que pase lo que tenga que pasar. Cierra ciclos, corta círculos viciosos, empodera tu autoestima, refleja seguridad así estés aterrada por dentro; hace unos días una amiga me contaba de su mala experiencia “es que siento que me acostumbré a eso y hasta lo extraño” y así es, los seres humanos somos de costumbres, y si nos acostumbramos a lo malo ¡vaya desastre! siempre tuve noviazgos frustrados, y me empeñaba en que si eso era lo que llegaba pues con eso debía conformarme y ahí está el error, de ahí nacen esos miedos tontos y esas inseguridades absurdas. Por eso siempre busca lo mejor, lo que te gusta, habla de cómo te gustaría esa vida, suéñala, compártela ya escucharás a más de uno decir “eso solo se ve en películas”; “ese tipo de hombres no existe” y “bla, bla, bla” pero tú sigue hacia adelante como decía el Quijote: “Deja que los perros ladren Sancho amigo, es señal de que avanzamos” porque cuando los sueños son increíbles para los demás, tiene una alta probabilidad de terminar en éxito. Porque vamos a ver ninguna mujer quiere un hombre perfecto solo uno que realmente sepa querer.

Y sí, uno decide ser feliz y compartirlo con alguien, pero cuando canalizas tus emociones y enfocas tu energía para atraer lo que mereces te llega el amor en su justa medida, créanme, porque sí llega pero no todo se arregla cuando él aparece. Ahí es donde comienza el verdadero cambio; Joel cuando me ve desnuda ve todos mis defectos (estrías, celulitis, barritos, manchitas, problemas de gravedad ja ja ja) los que me hacían apagar la luz cuando hacemos el amor, incluso lo he capturado viéndome sin que me dé cuenta y lo peor de todo es que sin darme tiempo de meter la barriga y él lo sabe y me dice: “¡Qué buena estás mi amor!” y entonces me siento sexy y a la vez apenada. Pero les tengo noticias, ya no me ando tapando tanto cuando camino desnuda, ya no uso filtros para tapar nada en mis fotos.

         Me siento feliz, querida, sexy, siento que estoy buenísima (aunque haya aumentado unos kilos con este amor), aunque cada quien tiene su concepto de belleza este es el mío por dentro y por fuera y no hay nada más atractivo en el mundo que una mujer FELIZ.

¡Feliz vida mujeres hermosas!


 Málaga, España.
Mayo, 2019