domingo, 19 de febrero de 2017

¿Cómo lo vamos a llamar?

Unas ganas incontrolables, 
un deseo perturbador.
O simplemente dos cuerpos que saben expresar pasión. 

¿Cómo lo vamos a llamar?
A lo que empezó inocentemente. 
Y cada día es más perverso y provocador. 

¿Cómo lo vamos a llamar?
A unos halagos que expresan ansiedad y excitación.
O una indecorosa e indecente invitación. 

No sé cómo lo vamos a llamar, 
sin atar o anclar al corazón. 
Sin que el compromiso sea protagonista
Y que solo el deseo sea inquisidor. 

Colocarle un nombre sería faltar a nuestro acuerdo.
Que desde el principio nos quedó como anillo al dedo. 
Sin hacernos vulnerables.
Sin crear encrucijadas que nos hagan responsables. 

Sin lamentos ni resabios, 
prometimos reinaría un placer proporcionado.
Una dicha desmedida con orgasmos saturados, 
de emociones de cansancio. 
Y sobre todas las cosas sin olvidar lo acordado. 

Febrero 2014. — Porlamar, Isla de Margarita, 

Venezuela. 

Venezuela.


Viajar es mi placer pero Venezuela entera no la he podido conocer,
y fuera de ella, antes de morirme iré. 
Si Dios quiere y permite, que me de vida y salud ¡Amén!

Muchos me certifican que se valora más tu país
cuando viajas al exterior, 
pues es donde realmente significado le das a tu nación.

Añoras, anhelas y amas a lo que tanto criticabas con ansias,
pues es cuando de verdad valoras su estampa. 

Mi Venezuela no tiene comparación. 
Y aunque no conozca el exterior ,
doy fe de que como ella, no hay dos. 

El calor, la humildad y el carácter son muy particulares. 
Pues nos definen y etiquetan en cualquier parte. 

Lugares hermosos por doquier existen en el mundo entero,
pero el Roraima y Tucacas son solo maravillas que se dan en este terreno. 

Que Dios bendiga mi país y los fieles que a ella servimos. 
Que Dios bendiga mi patria y a los que lejos están sin importar el motivo. 
Que su aroma y calor los haga regresar a su tierra, 
¡Bendita tierra donde nacimos! 

Venezuela, te amaré siempre. 
No envejezcas, no te aflijas.
No dejes que te vendan con política.
Ellos pasan, tú te quedas,
con nosotros, con tu pueblo. 
Que no afloja ni condena que solo quiere ser feliz
Sin importar la marea. 

No olvides que te llamaron mujer,
Y es por eso que no te debes dejar vencer.
¡Mujer fuerte y bella!
Sin importar cuán difícil sea.
Pariendo estás pero bella seguirás
Porque con tus hijos un futuro próspero conseguirás. 

Noviembre 2012. —La Victoria Edo. Aragua,Venezuela.