Dejar ir lo que nunca ha sido mío.
Dejar ir lo que siempre perteneció al viento
Porque la vida incita a vivir sin miedo
Porque Dios susurra al oído lo que el corazón escribe en versos.
No se trata de competencia,
No se trata de herir ni enviciar el sentimiento,
el dolor sacude el alma cuando el llanto moja el lindero.
Tu corazón siempre estuvo en otro lado,
Quizás de mentiras me envolví,
sin percatarme que no estaba caminando,
encontrándome hoy sin ti... Así como cuando empezamos.
No hay justificación para el pecado
Humanos somos, y yo he perdonado
Si no me perdonan Dios hará que la vida.
Los haga mirar desde otro ángulo.
Hoy dejo ir lo que me atormentó por años.
Hoy dejo ir lo que me dio felicidad de a ratos
La vida ha de seguir como siguen nuestros pasos.
Porque tu presencia no está aquí, tú estás en otro lado.