Cuando
fecunde mi alma con sabores tuyos
Volverá a
sonreír mi corazón con orgullo
Cuando
formalice nuestra distancia
Comprenderá
mi cuerpo que no le haces falta
Porque en él
dejaste huella
Que por más
que le insista
Tu tinta
impregnada está a mi cadera
Ser valiente
por no ser cobarde
Es querer
persuadir al miedo con coraje
Es saber que
te has ido
Sin exponer
motivos
Con besos
deambulando en el aire
Yo quedé con
un sueño irrealizable
Un edredón,
un libro y un balcón
En la
ventana la lluvia haciendo su parte
Haciendo más
pronunciada mi intención
Pues lo que
hago es recordarte
Imaginándome
Mi cuerpo de
tu sudor bañado
Al cerrar
mis ojos
Contemplo el
toro despiadado
Que me
envestía
Y me
observaba desnuda
Deleitada de
orgasmos con locura
Es mi cuerpo
víctima de ti
Pues añoro
tenerte sobre mí
Recuerdo
claramente tu mirada fija
Que elogiaba
cada gesto que emitía
Consecuencia
de tus caricias
A media
luz admirar
Tu cuerpo
sobre el mío
O viceversa
A media luz
pidiendo a gritos
Que me
invadas sin delicadeza
A media luz
observo tu cuerpo
Rasgando tu
piel
Para así inmortalizar
Mis más
divinos deseos
Con sabor a
miel
Tus pecas
dibujan un mapa
Que
facilitan el encuentro
A tan loable
jornada
Llena de
ganas encontradas
Solo deseo
repetir tan anhelada batalla
Dos cuerpos
dos mentes
Dos maneras
Dos
emociones, sin precedencia
Aún recuerdo
tu seductora mirada
Me desvestía
sin fuerza alguna
Tus
excitantes gemidos
Me hacían ir
y volver hacia la luna
Mi
estimulación y mi calma
Las
perturbaste con tus palabras
Ahora
encaminarlas
Es cuestión
de tiempo y constancia
Un desquite
suena perfecto
El placer lo
tengo latente
Deseo te
impregnes de nuevo
Para ver al
toro decadente.
Agosto 2013
La Victoria, Edo. Aragua
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