domingo, 8 de noviembre de 2015

Queriendo un desquite.

Cuando fecunde mi alma con sabores tuyos
Volverá a sonreír mi corazón con orgullo
Cuando formalice nuestra distancia
Comprenderá mi cuerpo que no le haces falta
Porque en él dejaste huella
Que por más que le insista
Tu tinta impregnada está a mi cadera

Ser valiente por no ser cobarde
Es querer persuadir al miedo con coraje
Es saber que te has ido
Sin exponer motivos
Con besos deambulando en el aire

Yo quedé con un sueño irrealizable
Un edredón, un libro y un balcón
En la ventana la lluvia haciendo su parte
Haciendo más pronunciada mi intención
Pues lo que hago es recordarte

Imaginándome
Mi cuerpo de tu sudor bañado
Al cerrar mis ojos
Contemplo el toro despiadado
Que me envestía
Y me observaba desnuda
Deleitada de orgasmos con locura

Es mi cuerpo víctima de ti
Pues añoro tenerte sobre mí
Recuerdo claramente tu mirada fija
Que elogiaba cada gesto que emitía
Consecuencia de tus caricias

A media luz  admirar
Tu cuerpo sobre el mío
O viceversa
A media luz pidiendo a gritos
Que me invadas sin delicadeza

A media luz observo tu cuerpo
Rasgando tu piel
Para  así inmortalizar
Mis más divinos deseos
Con sabor a miel

Tus pecas dibujan un mapa
Que facilitan el encuentro
A tan loable jornada

Llena de ganas encontradas
Solo deseo repetir tan anhelada batalla
Dos cuerpos dos mentes
Dos maneras
Dos emociones, sin precedencia

Aún recuerdo tu seductora mirada
Me desvestía sin fuerza alguna
Tus excitantes gemidos
Me hacían ir y volver hacia la luna

Mi estimulación y mi calma
Las perturbaste con tus palabras
Ahora encaminarlas
Es cuestión de tiempo y constancia

Un desquite suena perfecto
El placer lo tengo latente
Deseo te impregnes de nuevo
Para ver al toro decadente.


Agosto 2013
La Victoria, Edo. Aragua

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